EL CUIDADO Y LA HIGIENE
Como no siempre es posible vamos a tratar el tema de la piel y el pelo de nuestro aussie por fases, de manera independiente entre si.
Fase de cachorro:
Cuando adquirimos un cachorro australiano, lo primero que tenemos que saber sobre este punto es que es un perro de doble capa, o sea con dos tipos de pelo.
La capa exterior es más dura y escurridiza. Es el envoltorio perfecto para la piel.
Esto quiere decir que a la adquisición ya debemos también contar con la necesidad de utilizar varios cepillos.
En esta fase necesitamos sobre todo un cepillo suave y una mesa que nos facilite el trabajo.
Hay una cosa que es la más importante y que no cuesta dinero. La actitud con que vamos a enseñar al cachorro esta situación y la importancia de que se de cuenta de que va a formar parte de su vida.
Es una manera de educar al cachorro maravillosa, bien hecho el lo recibirá como vuestro momento personal.
Y tiene una gran grandisima ventaja. Vais a conocer cada recoveco de vuestro perro y enseguida os daréis cuenta de cualquier alteración que pueda requerir la ayuda de un veterinario.
La habituación del cachorro hará que ya en su fase adulta se comporte durante el cepillado de una manera excelente.
Por norma he de decir que el cachorro tiende si lo pasa bien a querer jugar con los cepillos, y si le molesta la manipulación, intentara controlar el proceso mordiéndolos.
Por eso antes que nada:
1- subiremos al cachorro a la mesa en el momento en que ya no desee jugar o comer.
en ella empezaremos a manipularlo acariciado un costado de forma suave, como si fuera el propio cepillo recorriendo el costado completo. ( Primero uno, después el otro)
Lo alzaremos con calma para ver el otro costado y repetiremos el proceso.
acto seguido lo premiamos sin hablar con una caricia.
Colocando desde el trasero nuestra mano en su tripa, comenzaremos a pasar la mano por sus faldones de igual forma que lo hicimos con los costados. Lo volveremos a levantar en vilo y lo acariciaremos.
En la mesa en posición de pie, pasamos despacio nuestra mano por cada una de sus patas de arriba a abajo, levantado cada una de sus patas al llegar al extremo. Si en este transcurso, el cachorro nos muerde, pararemos la mano sin quitarla y acariciaremos la barbilla de forma tranquila hasta que nos deje hacerlo.
Por hoy hemos hecho suficiente.
Ponemos nuestra mano por delante del cachorro a modo de stop, si se está quieto, lo felicitamos, lo bajamos de la mesa y le damos una chuche, alabando el buen trabajo que ha hecho.
2- Comenzamos como en el punto uno, pero esta vez ya teniendo a mano el cepillo suave. Cepillo que le encantará morder porque lo verá como un juguete y por eso no lo subiremos en su momento de máxima actividad.Y al actuar con el cepillo lo hacemos como anteriormente hicimos con nuestra mano. Añadiendo la fase del pecho.
Lo colocamos suavemente en posición de sentado, si pasaremos por el pecho despacio, colocado nuestra mano libre en su hocico y levantándolo un poco.
si todas estar fases han ido bien, con suavidad colocamos al perro tumbado de lado y le acariciamos costado y barriga, una vez con la mano y otra más despacio con el cepillo.
Lo ponemos nosotros en posición de pie, ( el no debe levantarse por su cuenta), colocamos nuestra mano en posición de stop. Lo bajamos de la mesa y premiaremos su buen comportamiento..
Repetir el proceso a diario.