Al igual que se dio este uso de la palabra para encasillar a los perros, he pensado que puedo hacer uso de ella sin alarmar a nadie.
España es un buen y conocido lugar para emborracharse. Es barato y sus alcaldes promueven fiestas anuales para que los extranjeros dispongan de todas las facilidades para ello.
Ellos vienen, utilizan nuestros parques, nuestras playas y la vía pública y los ayuntamientos dan su visto bueno.
El motivo es que España es un país que vive del turismo y todos los vecinos han de aguantarse ya que esta práctica genera muy buenos beneficios.
Sin embargo es un país potencialmente peligroso para los perros. Los ayuntamientos prohíben, contraviniendo así la ley del derecho animal, que los perros caminen sueltos por la vía pública y por los parques. Incluso se les prohíbe caminar atados por las playas.
No se les prohíbe a aquellos perros que no pueden ser controlados, o aquellos que dicen ser peligrosos. Se les prohíbe a todos.
Y eso que hay comunidades autónomas que los permiten si no hay una zona habilitada para ello, ir sueltos a determinadas horas del día. Eso da igual, porque luego el ayuntamiento en particular lo prohíbe y punto.
Según la ley de derecho animal, el propietario de un perro. Está obligado a proporcionar a su amigo entre otras cosas ejercicio diario, para un buen estado de salud.
Pero no tiene fácil la persona que desea que su amigo canino esté en las mejores condiciones. Aún viviendo en el campo, le resulta muy difícil no ser multado por tener perro, ya que todo el terreno que le rodea es coto privado de caza y en la vías pecuarias donde se supone que los animales tienen preferencia de paso, te piden que lleves atado al perro porque hay nidos de perdiz en sus aledaños.
España es sin duda alguna, uno de los peores países donde un propietario responsable puede tener perro.
No tienes más que cruzar la frontera con Francia para darte cuenta de ello. No es que allí no se sancionen los malos comportamientos, es que sólo se les sancionan a aquellos que los cometen. No se prohíbe la entrada en ningún sitio público a ningún animal, es el propietario de perro con su responsabilidad quien decide si puede llevarlo y las calles están por lo general mucho más limpias que las nuestras. Son sancionados aquellos que no cumplan con sus deberes cívicos, pero lo son todos, no sólo aquellos que tienen perros.
España es un país de muchos contrastes en este tema también, pero es normal cuando algunos ayuntamientos permites la suelta de animales potencialmente peligrosos para el disfrute del pueblo.
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