Aprovechando el vídeo de Pere Saavedra sobre zonas de contacto.
Vídeo ilustrativo para realizar unas buenas marcas que ofrezcan seguridad al guia dentro de la pista.
Marcaré o remarcaré lo que yo creo debe conocerse y concebirse sobre las diferencias raciales a la hora de enfocar el entrenamiento.
Ha de estudiarse, la morfología de nuestro perro, el movimiento y el carácter de nuestro perro para sacar el mejor método. Mas, mas rápido y mejor para él.
El australian shepherd se encuentra entre las razas,(no es la única) con una tendencia a realizar saltos y a disfrutar de ellos intrínsecamente. Es decir la motivación por el salto es en si misma un refuerzo, una golosina.
Obviamente al border collie también le gusta saltar, pero su tendencia morfológica de movimiento es el ir semi-agachado en su carrera. Lo que por otro lado no garantiza el paso por la zona de contacto de una manera limpia, ya que el contacto se encuentra a centímetro del suelo.
Hemos de enseñar a nuestro aussie a imitar el comportamiento del border ante la llegada de la zona.
Las herramientas utilizadas en mi caso, tanto para la Rough collie como para los aussies son la orden tierra y un buen trozo de jamón del que podrá ir adquiriendo trozos sin obtener el premio completo a medida que valla moviendose en el suelo, pronunciando la orden tierra en mi caso.
Esto obviamente es sólo la fase mecánica de esta conducta he iremos pasando por las siguiente fases tal y como hacemos con aquellas ordenes que queremos que el perro comprenda independientemente de nuestra cercanía o posición.
Es también compresible que el perro reduzca su velocidad a sabiendas de que una orden se va a producir para aumentar su concentración, lo que añadirá segundos a nuestra pista de agility. Contar con este hecho no debe de ponernos nerviosos y compensa con creces la seguridad a la hora de abordar la zona.
Mi técnica para minimizar este comportamiento en perros con mas baja rapidez en la ejecución es que ellos aprendan que el ejercicio tierra acaba en un tumbado invariablemente fuera de la zona y que la liberación de el ejercicio no supone el termino de la pista, si no que ha de esperarse nuevas ordenes.
La anticipación del perro sobre nuevas ordenes es otro talón de Aquiles dentro de una pista, ya que el perro sabrá que después de la zona viene otro obstáculo que el ya sabe tendrá que hacer.
Ante esto mi recomendación es evitar al máximo su generalización y nunca entrenar las zonas de contacto como si fueran parte de un recorrido.
Entrenar las zonas de forma independiente y al principio del entrenamiento, cuando el perro se encuentra ávido de trabajo y su motivación está alta, y poner recorridos sin zonas o ejercicios después. No volver a tocar las zonas en todo el día.
Esto es por supuesto una forma de entrenamiento que no puedo calificar como mía pero que adopté entusiastamente en mis tiempos de competición y que me dio unos excelentes resultados, y lo que es para mí más importante una tranquilidad infinita dentro de la pista.
Viendo los entrenamientos de Pere con sus border, se aprecia la virtud del trabajo bien hecho.
El entrenamiento constante para especializar lo aprendido por el perro. Dejar de hacer las cosas bien suele acarrear que el perro también se de cuenta del cambio de circunstancias.
No puedo dejar de dar las gracias a Pere por sus trabajos en video, la visualización de lo que se quiere decir hace que comprendamos mejor.
