Saludan mal y cada vez peor a seres humanos y a otros perros.
Con los seres humanos hay menos problemas porque en general nosotros preferimos que nos saluden así, pero para otros perros es una falta de respeto absoluta y en no pocas ocasiones provoca agresiones entre perros.
Una de las causas de un mal saludo es la Neotenia (conservación de los rasgos infatiles, físicos y de carácter de un perro aún después de alcanzar su madurez). La otra causa y más importante a mi entender, es el cambio constante de nuestra forma de vida y la relación del perro con su entorno.
No hace mucho tiempo, en nuestro país podíamos ver perros vagabundeando solos por las calles, estos no eran perros sin dueño, era simplemente que al comenzar el día las puertas de las casas se encontraban abiertas y los perros campaban a sus anchas por sus territorios, formaban parte de el en la misma medida en que lo hacia el ser humano. Estos perros aprendieron para bien o para mal a vivir en su entorno y el humano convivia con ellos de la misma forma.
Los perros rara vez iban a saludar a sus congéneres como cachorros en carrera y suplicando amor y juego. Respetaban las normas del saludo cuando se encontraban con perros conocidos (o personas). Sufrían poca ansiedad cuando veían en la distancia a otro congénere. Se cuidaban de acercarse a perros de "mala reputación".
A día de hoy nuestra vida ha cambiado mucho, y no siempre para bien. Demasiados coches, demasiadas normas sobre la tenencia de perros, no han dejado a nuestros amigos aprender a relacionarse. Somos nosotros los que educamos y en esta cuestión, en general, no lo estamos haciendo bien.
Ahora nuestra tendencia a sobre protegerlos les hace daño a nivel mental. Los que poseen perros que no muerden, que sólo piensan en jugar creen que sus perros pueden y deben campar a sus anchas por los parques caninos, mendigando saludos irrespetuosos a cualquier perro que aparezca. Y creen además que esto es fruto de una buena sociabilización del cachorro.
Los que tienen perros que muerden, han de ir atados y con bozal. A pesar de que esto supone una falta de ejercicio y de relación con otros perros para reconducir su comportamiento.
Por exigencias del guión de la vida es imposible volver a tiempos pasados, además los peligros de ser atropellados son demasiado altos, y tampoco la ley permite que nuestro perro pasee libremente por las calles.
Es una vez más cuestión de propietarios responsables, de saber entender que prepararles para el mundo implica también enseñarles a ser respetuosos en el saludo.
No vale con que su perro sea bueno, vale con que respete el comportamiento de los que le rodean, sean estos perros o personas.
