No todas las noticias son buenas

No he hablado antes de lo que está pasando la pobre Meghan.
Entre las navidades que dan trabajo, y que ocurrían otras cosas que restaban importancia a la situación, preferí dejarlo para otro momento o lo que es lo mismo, para este en concreto.
Algunos ya sabéis que Meghan tuvo un accidente casero.
Tenia la punta de la cola en el resquicio de la puerta cuando la cerramos y... le partimos la punta.
Tuvimos que operarla a principio de Diciembre cortándola un trozo pequeño para poder darla puntos.
Entre la mala costumbre de pensar que no se lo va a tocar y el mal riego de la zona, una semana mas tarde hubo que volver a cortar.
En esta ocasión casi lo conseguimos pero, el borde terminó necrosando y tuvimos que volver a cortar.
En la tercera ocasión,entre mi desesperación por no saber como acertar y el estress que pasaba ella cuando se lo tenia destapado... se lo tuve tapado durante cinco días.
Mala idea puesto que el estado cuando se lo destapé no era bueno para nada. Es cierto que los puntos estaban mas o menos bien pero el resto de la piel estaba mal rajada por causa de el tiempo que había estado sin transpirar bien (no se si he sabido explicar bien este punto, pero espero que os halláis hecho una idea).
Al final entre veterinarios y yo decidimos dejarlo a la altura del aussie clásico. La idea no me gustaba demasiado porque, aunque no me disgusta el aussie con el rabo corto. Para mi ella ya no es sólo un aussie, ahora es Meghan. Y Meghan se expresaba muy bien con su cola.
En esta ocasión, el ser humano tiende a pasar de un extremo a otro para solucionar lo problemas, decidí tenérselo destapado. Al principio fue bien pero al sexto día se propuso quitarse los punto como fuera y empezó a arrastrar el rabo por todos los lados que podía y consiguió quitarse varios puntos. Afortunadamente hablamos ya de otra zona en el rabo, por lo que dando puntos de nuevo se a solucionado este punto al menos de momento.
Ahora mismo han pasado ya cuatro días desde los últimos puntos, el tejido se ve bien, aunque ella por supuesto sigue molesta. La razón por la que cuento esto es simple, si algún día tuvierais que pasar por esta situación (espero que nunca)pudierais saber que va a pasar si hago tal o cual cosa.

Ahora mi opción es..., destapárselo dos veces al día limpiarlo y volverlo a tapar para que esté menos sensible.
En cuanto a que no tenga rabo tendremos que aprender con ella sus nuevas formulas de comunicación.
La foto de Meghan con su rabo ya quedará para su historia.