Diario de "LLuvia"

Hoy estoy contenta.
Primero he de felicitarme a mi misma, por haber comenzado una rutina de entrenamiento con LLuvia.
Gracias a los consejos de Dani, Eliseo y Pere y a lo recordado del seminario de Emma Parsons. Estoy más segura y animada sobre lo que estoy haciendo.
No puedo de momento grabarlo, puesto que el movimiento de colocar la cámara y de partir comida, provocan un estado de excitación en LLuvia que no deseo, porque ella misma no es capaz de controlar aún.
Pero voy trabajando con cierta asiduidad, cuatro o cinco veces por semana. Y dependiendo de lo que entrenemos, la duración del entrenamiento va de un minuto a hora y media.
Imagino que al oír hora y media de entrenamiento muchos os echareis la manos a la cabeza. Tranquilos, esto solo es así cuando pretendo premiar el NO COMPORTAMIENTO y os aseguro que en estas sesiones largas es cuando menos chuches come.
Es costoso y tedioso el premiar sólo las conductas tranquilas, imaginaros que el simple hecho de dirigir mi mano hacia ella para entregar el premio ya provoca una reacción en ella.
Pero, lo primero que se consigue, no hablándola, no premiando nada más que el tumbado relajado es que a la hora de coger la comida no me araña los dedos con los dientes.
Además he trabajado con Meghan presente, con lo que con ella tenia que premiar lo mismo.
Tal y comentaba Emma fomentado la cooperación.
Con ello se pierde obviamente timing pero se gana estabilidad.
Creo que timing pierde totalmente su valor cuando se trata de premiar los comportamientos tranquilos, sobre todo al comienzo, ya que al estar premiando un estado de ánimo, este tiende ha aumentar en el tiempo. Sobre todo antes del primer premio.
Por otro lado los trabajos de un minuto.
Estos son cortos y siguen siendo el tumbado mediante orden y que me mantenga la mirada. Lo he conseguido ya por intervalos de 10-15 segundos.
Variando los niveles de distracción, le cuesta mucho más con la pelota, porque para ella la secuencia lógica es si veo la pelota tarde o temprano la pelota se moverá.
Por lo que de momento la pelota a sido apartada de la distracción.
No así el Pan, con el ya conseguimos la mirada hacia el guia como la comentada anteriormente. Eso sí sigue pensado que al final conseguirá comerse el pan. Cosa que por el momento no ocurre.
A otro nivel no quiero dejar de decir que LLuvia lleva 14 días sin morder a un perro desconocido. Y... en casa con el resto de compañeras, ya se frena a si misma antes de empezar.
La lucha contra el lado oscuro de LLuvia se promete larga, pero las pequeñas batallas ganadas van ganando terreno.