Creo que ya lo he comentado en más de una ocasión pero no está de más volver a hacerlo.
Un perro es un animal al que tenemos tan idolatrado como maldecido.
El ser humano no tiene término medio.
En Estados Unidos y otros países se le tiene en tal estima que se le coloca incluso por encima del ser humano en cuanto a virtudes.
La fidelidad como rasgo característico de su personalidad es en gran parte la responsable de esto. Valoramos mucho esta faceta y pensamos que por eso no nos decepcionará nunca.
Pero a nosotros se nos decepciona con facilidad cuando observa otros rasgos de nuestro fiel amigo.
Por eso hoy cuando hablo del perro pretendo ser práctica y contar lo que veo. Dejo para los demás las muchas literaturas clásicas que, a mi juicio no dejan de perjudicar a mis amigos los perros.
Parece ser que el perro no desciende del lobo si no que comparte antepasados comunes.
Como el lobo comparte antepasado común podemos establecer similitudes con el perro y aprender de ellas (la dificultad de estudiar el comportamiento canino en si mismo, aunque parezca mentira es más difícil), al igual que se han hecho estudios comparativos por la misma razón entre hombres y monos.
Viven en manadas y por lo tanto tienen unos principios sociales, por lo que necesitan de nuestra compañía.
Por eso muchos perros aúllan, ladran y rompen cosas cuando se les deja solos. La sensación de abandono que sienten es muy fuerte.
La solución no pasa por sentir lastima de él, la solución es el habituar al perro de tal forma, a periodos cortos de separación, que este aprenda (ya que el perro es muy moldeable) que no se le ha abandonado.
La lastima es un concepto que jamás tendrá o entenderá el perro.
Como animal social que es tiene unas normas de convivencia.
Etapa de cachorro. “Tu eres el líder, sabes lo que me conviene. Te conozco desde que me vi forzado a abandonar a mi madre. Lo sé porque me cuidas y me conduces por lo que se puede y no se puede hacer y he comprobado que tienes razón”.” Pero… si abandonas algo o lo dejas tirado es que no lo quieres y si quiero me lo puedo quedar yo. “ “por otro lado me duelen los dientes y si no hay nada que me distraiga de este dolor, tengo que aliviarme con lo que hay en casa, además aprendo lo distraido que es masticar y ahora lo hago aunque no me duela. No se porque me regañas cuando llegas a casa y empiezo a sentir miedo cuando oigo la puerta”
Los perros no tienen sentido de la culpabilidad, ni conocen el valor económico de las cosas, quien tiene más de un perro sabe que si se regaña a un perro cuando llega a casa al cabo del tiempo al llegar a casa se encuentra a todos lo perros con ese mal llamado “sentido de culpabilidad”. Este no es más que el aprendizaje del perro sobre la llegada del dueño.
En la etapa adolescente empieza a entrar en el juego el rol de cada uno de ellos dentro de la manada, aunque se hace mediante el juego no es un juego como tal y esto se nota en los ejemplares más maduros.
En general esta etapa acompañará siempre a muchos de nuestros ejemplares caninos. Esta es la más clara diferencia entre perros y lobos, pero… no nos engañemos las líneas divisorias entre etapas no están estrictamente definidas. Existen ejemplares caninos, por que así se hizo en su selección por el hombre, que tienen más o menos marcada su Neotenia
Esto no es ni bueno ni malo, eso sí sirve para marcar claramente que tipo de raza es conveniente a cada persona.
He de ser sincera lo que acabo de decir está cogido por los pelos, pero lo he dicho así porque jamás debemos de pasar por alto este aspecto.
Digo que está cogido por los pelos porque entre individuos de la misma raza existen caracteres más o menos juveniles. Porque la educación a partir de que el cachorro entra en casa juega un papel fundamental en su carácter. Y porque hay otro tipo de factores a tener en cuenta a la hora de escoger un cachorro.
Pero lo cierto es que es un buen primer punto de partida a la hora de escoger.
Como iba diciendo anteriormente, la fase adolescente de cualquier perro es como la de cualquier ser vivo, incluyendo el hombre.
Si no hemos sentado buenas bases empezaremos a ver no tenemos ya tanta influencia como antes. El entorno le llama la atención poderosamente. Aparecen miedos que ni sabíamos que tenían debido quizás a una sobreprotección, a la total ausencia de ella, o incluso quizás tenga algo que ver la carga genética. Sus hormonas como las de cualquier adolescente hacen estragos en su conducta.
A nosotros no nos interesa lo que hacen sus hormonas, lo que queremos saber es porque ese supuesto amigo fiel ESTA SORDOOOO.
Será desagradecido, en la calle parece que no existamos, solo nos hace caso en casa y eso si llevamos un trozo de salchicha en la mano.
Como me va a hacer caso en la calle si se va encontrando toda una variedad de cosas que comer, algunas innombrables.
Si no estáis pasando por este problema o no lo veis de manera tan cruda, puede ser por varios motivos. El más común una buena fase de cachorro, muy buen vínculo con el guía, una buena enseñanza y quizás algo de carga genética.
la fase de cualquier adolescente está totalmente regida por las incontrolables emociones.
Las emociones, tanto en el perro como en cualquier otro ser vivo ayudan o coartan el aprendizaje del perro, dependiendo del tipo y el grado de emoción.
En una segunda parte hablaré del perro maduro de su comportamiento real y de los disgustos y alegrías que estos nos pueden dar
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